RUTAS
Localidad: Aguilar de Bureba
Las
tierras de la Bureba y del Ebro burgalés ofrecen una variedad de
recursos culturales y naturales verdaderamente excepcionales. Esencia
de Castilla, encontraremos amplios paisajes cerealísticos junto a
intrincados desfiladeros testigos de la historia más temprana de
Castilla. Las villas y ciudades de esta ruta se encuentran entre las
más pintorescas y de mayor personalidad de la región.
MONASTERIO
DE RODILLA
Ermita de Ntra. Sra. Del Valle, edificio del s.XIl
resto del desaparecido monasterio que dio nombre al núcleo. Con
robusta torre central de dos cuerpos, tres grandes arcos ciegos
rodean el ábside. En el interior destacan la bóveda de media
naranja sobre pechinas y dos edículos con tejadillos a cada lado de
la nave. Sobre la ermita, restos del castillo del s. X defensor de la
entrada a la Bureba, adquirido en 1399 por la Casa de Velasco.
BRIVIESCA
Llegamos a la Bureba, comarca de agricultura
próspera de casi 900 Km2. de extensión. Briviesca es la capital. La
Virobesca romana se asentaba en el cercano cerro de San Juan. A
principios del s. XIV, la infanta Doña. Blanca, nieta de Alfonso X,
levantó aquí alcázar y murallas. En 1370 Enrique III donó la
villa a Pedro Fernández de Velasco que impulsa en ella la
celebración de las Cortes de Castilla en 1387. Será en el siglo XVI
cuando Briviesca alcance su mayor esplendor. El trazado urbano
responde a una disposición en cuadrícula, tomándose al parecer
como modelo del plano de Santa Fe (Granada) y de los de las ciudades
hispanoamericanas. En su entramado urbano, descubriremos algunas
casonas barrocas blasonadas y la Plaza Mayor, rectangular y con
soportales.
1. Iglesia Colegial de Santa María. De fachada
renacentista entre dos torres fue reformada en el s. XVIII
conservando parte de la estructura gótica. El altar de Santa Casilda
fue realizado en el s. XVI por el mirandés Pedro López de Gámiz.
2. Iglesia de San Martín. Reformada en el s. XVI, la portada
plateresca da acceso al templo de tres naves. Tiene un buen retablo
del s. XVI en la capilla de Sta. Lucía y un púlpito también del s.
XVI.
3. Convento de Santa Clara. Fundado por Doña Mencía de
Velasco a principios del s. XVI, la planta de la iglesia es de cruz
latina con crucero cabecera octogonal de bóveda estrellada.
Magnífica obra de Gil de Ontañán y Pedro de Resines, forma parte
junto con la capilla del Condestable de Burgos y la iglesia del
convento de Santa Clara de Medina de Pomar, del denominado estilo
arquitectónico de los Condestables. Lo más destacado del convento
es el retablo sin policromar. De cinco cuerpos, fue comenzado en 1550
por Diego de Guillén y finalizado por López de Gámiz.
4.
Ayuntamiento. Edifico barroco, antiguo palacio de los Soto y Guzmán,
tiene una elegante torre porticada.
Producto típico de merecida
fama son las Almendras de Briviesca, a base de almendra entera bañada
de azúcar quemado. Briviesca posee buen número de hoteles y
restaurantes con amplia gama de categorías y precios.
Fiestas:
El 19 de marzo, día de San José, Feria de los Novios. El martes
anterior a la Ascensión, se celebra en el cercano santuario de Santa
Casilda la popular fiesta de La Tabera que se prolonga en Briviesca
durante la noche. Los días 15 y 16 de Agosto, fiestas pastronales de
Nuestra Señora y San Roque.
SANTUARIO DE SANTA CASILDA
Al
inicio del ascenso al Santuario encontramos los denominados pozo
blanco y pozo negro en un agradable paisaje. Situado en un pintoresco
escarpe, el Santuario es del siglo XVI y posee estatua yacente de la
Santa de Gil de Siloé. Existe un hostal.
AGULAR DE BUREBA
La iglesia parroquial de fines del S.XII, conserva interesantes
capiteles en el arco triunfal y cúpula irregular sobre pechinas.
POZA DE LA SAL
La pintoresca villa salinera se asienta en
el borde del páramo que delimita la Bureba por el oeste. Domina a
media altura el pequeño valle del arroyo Torca Salada. Su desarrollo
histórico va íntimamente unido a su principal fuente económica hoy
desaparecida: la explotación de la sal. A partir del s. X será un
importante núcleo de población protegido por castillo y muralla.
Señorío de los Rojas desde 1298, Juan de Rojas recibe en 1530 el
título de marqués de Poza. El visitante no debe eludir un recorrido
por sus calles empedradas de fuerte sabor medieval.
1. Iglesia de
San Cosme y San Damián. Gótica de tres naves y crucero, tiene una
buena portada barroca. Destacan los retablos del s. XVI de la Virgen
del Rosario y de San Andrés, atribuido éste a Simón de Bueras. La
sacristía conserva una buena cajonera del s. XVIII y un pequeño
museo con interesantes piezas.
2. Ayuntamiento. Sobrio edificio
adosado a la muralla en el S.XVI.
3. Casa de Administración de
Salinas. Construida en el siglo XVIII para la contabilidad,
organización y control de la explotación y comercio salinero.
4.
Arco Conjuradero. Puerta principal de la villa, en 1694 se construye
el balcón desde el que el sacerdote conjuraba los nublados.
5.
Puerta Alta. Es la más antigua de la muralla.
6. Murallas.
Construidas en el s. XIV y reformadas posteriormente se hallan
parcialmente conservadas, en especial el sector alto o Paseo de la
Reina, con almenado y saeteras.
7. Castillo de los Rojas.
Semiexcavado en la parte alta de la peña, conserva muros exteriores
y algunas bóvedas. En 1528 sirvió de prisión por orden del
emperador Carlos V a los embajadores de la Liga Clementina, y en 1813
el guerrillero Longa realizó aquí una victoriosa acción contra las
tropas francesas.
8. Torre. Entre el castillo y la villa se
asientan los restos de lo que según tradición fue palacio de los
marqueses de Poza.
9. Plaza Nueva. Antesala de la villa, ofrece
una espectacular panorámica de la comarca burebana.
10.
Fuente-abrevadero-lavaderos. Interesante conjunto para el
aprovechamiento integral del agua, con un pequeño acueducto de
origen romano para el riego.
11. Salinas. Su explotación es
conocida desde época romana. En la Edad Media, condes y reyes de
Castilla realizan fundaciones y favorecen su explotación.
Abandonadas a mediados del presente siglo, todavía podemos apreciar
las eras (explanadas para la evaporación), las balsas (estanques),
las granjas (almacenes de sal bajo las eras), etc., junto a un
antiguo camino empedrado de origen romano, también abandonado.
Fiestas: El domingo siguiente al 3 de febrero, fiesta de San
Blas, con el baile de El Escarrete. El domingo más próximo al 15 de
mayo, fiesta de San Isidro, con subasta de ofrendas. El primer
domingo después del 8 de septiembre, romería de la Virgen de
Pedrajas. La víspera, Rosario General. El 29 de septiembre (tercer
día de la fiestas de San Cosme y San Damián), fiesta de los
Disfraces.
OÑA
Villa nacida a partir de una estratégica
fortificación medieval, en el s. X recibe privilegios del conde
Fernán González. Pero será en el s. XI, a partir de la fundación
del monasterio, cuando Oña alcance su desarrollo más notable.
Alfonso VIII concederá fueros que atraerán a una importante
comunidad judía. Debemos realizar un recorrido por el núcleo.
1.
Iglesia de San Juan. Con torre gótica cercana al soportal, presenta
una portada también gótica. Iglesia de dos naves y crucero, la nave
derecha mantiene parte de la estructura primitiva. El resto
corresponde a los ss.XIV al XVI.
2. Iglesia de San Salvador.
Iglesia del monasterio, fue separada de él para convertirla en
parroquia tras la desamortización. De su origen románico quedan los
muros de la nave y alguna ventana. Tras sobrepasar la puerta exterior
del s. XV con seis representaciones de condes y reyes protectores,
hallamos una puerta gótica-mudéjar. En el interior destaca la talla
románica de Cristo crucificado, las pinturas murales góticas de
Santa Mª Egipciaca, las tablas góticas del primitivo retablo y bajo
el crucero-cabecera del s. XV, la sillería gótica y los dos
baldaquinos del s. XV, con excelentes labores en madera y pinturas de
la escuela de Oña, que cobijan ocho arcones funerarios de la misma
época con los restos del conde Sancho García, su esposa Urraca y su
hijo García, último conde de Castilla, Sancho el Mayor de Navarra y
Sancho el Fuerte de Castilla entre otros. El altar mayor, barroco,
está dedicado a San lñigo. La sacristía alberga interesantes
piezas resaltando el sepulcro del obispo Mendoza del s. XVI y una
tela del siglo X. El magnífico claustro de principios del s. XVI es
obra de Simón de Colonia.
3. Antiguo monasterio de San Salvador.
Hoy sanatorio psiquiátrico, fue fundado por el conde Sancho García
el año 1011 y ampliado en 1033 por Sancho el Mayor de Navarra. Fue
uno de los más importantes y poderosos de Castilla, sufriendo
grandes reformas en los ss.XVII y XVIII. la fachada con doble cuerpo
de orden gigante fue realizada en 1645. En la esquina el cubo del
reloj, resto al parecer de la primera fortificación del siglo X.
4.
Arco de la Estrella. única puerta conservada de la muralla de la
villa.
5. Muralla. Construida entre los ss.XIV y XV, se conservan
algunos restos de lienzos y torreones.
Merecida fama poseen las
morcillas de Oña. En la villa hay dos hostales con restaurante.
Durante el mes de Agosto se realizan en la Iglesia de San Salvador
las representaciones de El Cronicán de Oña.
DESFILADERO DE
LA HORADADA
Tras la confluencia de los ríos Oca y Ebro, la
carretera discurre por un bello paraje franqueado por imponentes
roquedales.
TRESPADERNE
Centro comercial y de servicios
posee buena oferta de alojamiento y restaurantes.
VALLE DE LA
TOBALINA
Atravesado por el río Ebro y rodeado por los Montes
Obarenes y la Sierra de Arcena, destacan los parajes naturales de las
cascadas de Pedrosa de Tobalina y desfiladero del Purón así como la
torre de Lomana. Quintana Martín Galíndez, capital del valle,
cuenta con un hostal y en Santocildes se encuentra una casa de
turismo rural. Montejo de San Miguel tiene interesantes muestras de
arquitectura popular. Desde Montejo de Cebas, la carretera a Frías
se enmarca en un bello paisaje y ofrece una impresionante vista de la
ciudad.
FRIAS
Uno de los primitivos núcleos de
repoblación medieval, citado ya en el año 867 en un documento de
donación. Es localidad importante que controla la comunicación de
la Bureba con el Norte. En 1446 la ciudad es cedida por Juan 11 a su
camarero Pedro Fernández de Velasco a cambio de Peñafiel y
convertida en cabeza de ducado por los Reyes Católicos. El casco
conserva trazado y ambiente medieval.
1. Iglesia de San Vicente.
Casi nada queda de la primitiva iglesia románica. Su portada se
encuentra en Nueva York tras el hundimiento de la torre en 1904. De
tres naves de los ss. XIII al XIV, presenta dos buenas capillas, una
de fines del S.XIV y la de la Visitación con bóvedas estrelladas,
verjas y enterramientos, de principios del S.XVI.
2. Iglesia de
San Vitores. Del s.XIII-XIV, sólo se conserva su portada y
estructura general, pero con el interior muy alterado.
3.
Convento de Santa Mª del Vadíllo. Fundado a principios del s. XIII,
tuvo canónigos regulares de San Agustín. Tras la desamortización,
el claustro se reutiliza como almacenes y la iglesia gótica queda
abandonada.
4. Convento de San Francisco. Construido en el s. XIV
en la antigua judería, conserva los restos de su iglesia, hoy muy
modificados.
5. Castillo de los Duques de Frías. Situado en el
extremo más rocoso y alto del cerro, la torre del homenaje destaca
sobre la ciudad. Tras la reconstrucción de Alfonso VIII, pasa en el
siglo XV al señorío de los Velasco. Posee elegantes ventanales con
parteluces, cuyos capiteles románicos de comienzos del siglo XIII
representan guerreros a caballo y aves fantásticas.
6. Muralla.
7. Puente fortificado. A 1 Km. Aproximadamente hacia el Norte, el
puente sobre el río Ebro. De origen romano, el actual es medieval
con torre defensiva del s. XIV para el cobro del pontazgo.
Frías
posee varios restaurantes, camping abierto todo el año, un hostal y
una casa de turismo rural.
Fiestas. El domingo más próximo al
24 de junio, día de San Juan Bautista, se celebra la fiesta del El
Capitán.
TOBERA
Bello paraje con puente medieval y
ermitas del Santo Cristo y Santa Mª de la Hoz s. XIII.
PORTILLO
DE BUSTO
Espectacular panorámica de la Bureba.